A lo largo de la historia muchas naciones han utilizado Cañones ferroviarios, estas famosas piezas de artillería se caracterizaron por su gran tamaño. Eran transportadas, montadas y disparadas desde líneas férreas.
Una ventaja de estos cañones era que podían utilizar el sistema ferroviario de un país, con algunas modificaciones. A grandes rasgos se contaba con dos tipos de sistemas, uno montado sobre ejes que permitía girar en cualquier dirección y otro que era casi completamente estático.
El primer Cañón Ferroviario de la Historia
Su nacimiento
La idea de artillería ferroviaria nació en Rusia en 1847, siendo el primer Cañón Ferroviario utilizado de 32 libras montado sobre un vagón. El primer uso en combate data de la Guerra Civil Estadounidense. Francia también hizo uso de Cañones Ferroviarios en el Sitio de París de 1870-1871
Primer Guerra Mundial
Los franceses utilizaron grandes cañones de defensa costera y cañones navales que fueron desarmados y enviados el Frente, por su parte Estados Unidos construyo varios cañones ferroviarios que luego fueron enviados a Francia. Los Alemanes crearon el famoso obús de asedio "Gran Berta".
Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial fue testigo del nacimiento del cañón ferroviario más grande que el mundo haya conocido El cañón K (E) Gustav Gerät o popularmente conocido como "cañón Dora". Después de esta Guerra y gracias al apogeo de las grandes fuerzas aéreas los cañones de este tipo vieron su declive.
Alemania y Reino Unido utilizaron Cañones Ferroviarios para poder alcanzar blancos al otro lado del canal de la mancha.
Cañón Ferroviario Krupp k5
En la actualidad
Después de la Segunda Guerra Mundial los Cañones Ferroviarios quedaron casi completamente obsoletos, debido al apogeo de la aviación. Un arma de este tamaño resultaba extremadamente cara de construir y operar, además podía ser dañada o destruida con facilidad por la aviación enemiga.
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