Uso de Perros como arma antitanque en la Segunda Guerra Mundial

En el ardor del Frente Oriental en la segunda Guerra Mundial los ejércitos de Hitler avanzaban a pasos agigantados, el ejercito Soviético retrocedía en todos los frentes, en medio de este desastre ocurrieron incontables casos de crueldad una de las mas recordadas fue el uso de perros como arma antitanque por parte del ejercito Soviético.

También conocidos como 'perros mina', eran perros con explosivos colocados en el lomo entrenados para buscar comida bajo tanques y vehículos blindados enemigos tras haberles hecho pasar hambre. Haciendo esto, se accionaba un detonador (normalmente una pequeña palanca de madera), provocando una explosión y dañando o destruyendo el vehículo militar... y obviamente provocando la muerte del animal en el acto.

La puesta en practica de esta técnica tuvo un éxito relativo debido a que algunos animales se confundían en el campo de batalla y daban la vuelta y corrían contra los propios vehículos soviéticos.

La propagando soviética hablaba de un gran éxito... tanto así que se aseguraba que se habían destruido mas de 300 tanques alemanes.

Dolor de Cabeza Alemán

El problema de los perros bomba se volvió un gran inconveniente mas que nada paras las divisiones acorazadas que iban a la vanguardia de los ejércitos, por lo cual se comenzaron a tomar medidas.

Se colocaron ametralladoras sobre la torreta del vehículo blindado sin embargo esto resultó ineficaz debido al tamaño relativamente pequeño de los atacantes y al hecho de que estaban cercanos al suelo, eran rápidos y difíciles de ver...

Se ordenó a cada soldado alemán abrir fuego contra cualquier perro que vieran, aunque no portara ningún dispositivo visible...

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El entrenamiento

Los perros eran entrenados utilizando 'el reflejo condicionado de Pávlov', básicamente el entrenamiento consistía en enseñar a los perros a buscar comida debajo de un tanque llevando unos 10kg de peso. Una vez que estaban bajo el tanque eran premiados.

Finalmente se comenzaron a usar lanzallamas para desviar a los perros lejos de los tanques lo cual tuvo gran éxito, sin embargo en algunas ocasiones los animales tenían tanta hambre que parecía que no tenían miedo ni siquiera al fuego.

El blindaje de todos los tanques alemanes era mínimo en la parte inferior por lo cual los perros eran letales en tales circunstancias.

Estos perros-bomba fueron usados con una escasa efectividad en las grandes batallas de tanques de Kiev, Járkov y Kursk e incluso en Stalingrado; pero tuvieron un gran efecto disuasivo entre los alemanes.

Se creo un monumento a estos animales en Volgogrado (antiguamente Stalingrado) ya que en esta terrorífica batalla también fueron utilizados y se dice que destruyeron cerca de 32 perros.